Ayer, 14 de octubre, fue declarado día Internacional de los RAEE, para la concienciación sobre la reducción de esta fracción de residuo tan contaminante.
ALGUNOS DATOS
La generación mundial de desechos electrónicos crece anualmente del 3% al 4%
En 2019 se generó un récord de 53,6 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en todo el mundo, lo que supone un aumento del 21% en sólo cinco años, según el Global E-waste Monitor 2020 de las Naciones Unidas.
Se estima que para 2030 este número alcanzará los 74 millones de toneladas.
Sin embargo, solo el 17,4% de los desechos electrónicos mundiales se recogieron y reciclaron adecuadamente en 2019, lo que significa que 44,3 millones de toneladas de estos residuos, valorados en 50.800 millones de euros, se depositaron en vertederos,
El resto, se incineraron o se comercializaron ilegalmente y se trataron de forma deficiente, pese a que el 71% de la población mundial está cubierta por la legislación sobre residuos electrónicos.
Solo se recoge y recicla de forma adecuada el 17,4% de los 54 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) que se generan al año en el mundo.
Un niño de Ghana que convive con un vertedero con este tipo de desechos consumirá 220 veces la ingesta diaria tolerable de dioxinas cloradas establecida por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Sobre este apartado lo escribían tres expertas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que están también a la cabeza del primer informe de esta misma organización al respecto (Niños y vertederos de desechos electrónicos ), publicado el pasado mes de junio.
RESIDUO ELECTRÓNICO Y SALUD, LOS NIÑOS LOS MAS PERJUDICADOS
Muchas personas que trabajan extrayendo materiales valiosos como el plomo y el cobre se exponen al contacto con más de mil sustancias peligrosas, como el plomo, el mercurio, el níquel, los materiales ignífugos bromados y los hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Los desechos electrónicos también pueden empeorar la función pulmonar y la respiración, dañar el ADN, afectar a la función tiroidea y aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas en etapas posteriores de la vida, como el cáncer y las cardiopatías.
12,9 millones de mujeres trabajan en el sector no regulado de los desechos, lo cual las expone a residuos electrónicos tóxicos que ponen en riesgo la salud del feto;
Los niños expuestos a los desechos electrónicos son más vulnerables a las sustancias tóxicas que contienen porque su cuerpo es más pequeño, sus órganos están menos desarrollados y se encuentran en una etapa de crecimiento y desarrollo rápidos.
En este día internacional de los RAEE, se agolpan conclusiones, datos y cifras impactantes: es necesario adoptar urgentemente medidas eficaces de cumplimiento obligatorio para proteger a millones de niños, adolescentes y embarazadas en todo el mundo, cuya salud corre peligro como consecuencia de la eliminación o el reciclaje irresponsable de aparatos eléctricos y electrónicos
WEEE Forum recuerda: “Los principales expertos piden a los hogares, las empresas y los gobiernos que respalden los esfuerzos para llevar más productos enchufables o que funcionan con baterías, desechados o que no se usen, a instalaciones donde puedan repararse o reciclarse para recuperar una auténtica fortuna en materiales valiosos y reducir así la necesidad de nuevos recursos cuya extracción impacta en el medio ambiente”. También se hacen eco de su toxicidad al ser mal gestionados: “Más de 151 millones de teléfonos al año, aproximadamente 416.000 al día, se tiran a la basura y terminan incinerados o depositados en vertederos; y se estima que el 40% de los metales pesados en los vertederos de Estados Unidos proviene de productos electrónicos desechados”.
EL INTERNET DE LAS COSAS O EL RAPIDO AUMENTO DEL PROBLEMA
Los volúmenes de aparatos eléctricos y electrónicos desechados se están incrementando en todo el mundo. De acuerdo con la Alianza Mundial para las Estadísticas de Residuos Electrónicos, crecieron un 21% en los cinco años anteriores a 2019, cuando se generaron aproximadamente 53,6 millones de toneladas de estos desechos.
El equivalente a 350 cruceros que, puestos en una línea recta, alcanzarían los 125 km.
El problema se mantiene y acrecienta a medida que se dispara el consumo de dispositivos electrónicos, por la no recuperación de los existentes y por la expansión de las nuevas tecnologías.
Por un lado, se prevé que los usuarios de Internet móvil pasen de 3.800 millones en 2019 a 5.000 millones en 2025, a la par que los dispositivos conectados a Internet de las cosas se duplicarán y pasarán de 12.000 a 25.000 millones en ese mismo período.
Solamente el 17,4% de los desechos electrónicos generados en 2019 llegó a instalaciones reguladas de tratamiento y reciclaje, evitándose liberar al medio ambiente 15 millones de toneladas de equivalentes de dióxido de carbono, mientras que el resto se eliminó de forma ilegal.
En mayo de este año el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) publicó un informe en el que indicaba que Los Estados miembros de la UE recogen y valorizan más aparatos eléctricos y electrónicos desechados que la mayoría de territorios en el mundo; sin embargo, la UE se arriesga a no alcanzar sus objetivos si no marca nuevos retos, como la necesidad de garantizar y controlar el cumplimiento de las normas vigentes y resolver el problema de las infracciones y actividades delictivas, como los traslados ilícitos a países no pertenecientes a la UE.
Pero el informe advierte: “Algunos Estados miembros carecen de los recursos para controlar de forma adecuada a los operadores y los traslados de residuos a terceros países. Son muchos los incentivos económicos de la gestión ilegal o poco segura de los residuos, mientras que el riesgo de ser descubierto es generalmente bajo. Por tanto, lidiar con las actividades delictivas constituye un reto considerable en la gestión de los residuos electrónicos”.
CONCLUSION
Queda mucho por hacer en este terreno. La organizadora de este evento, WEEE Forum, que engloba a 45 SCRAP de RAEE de los cinco continentes, apela a la concienciación ciudadana, y varios estudios exigen mayores medidas y control a las administraciones y empresas.
Si los países no actúan ahora, estos efectos tendrán consecuencias devastadoras en la salud de los niños y consumirán muchos recursos del sector de la salud en los próximos años.
En resumen, aunque este día internacional de los RAEE ayuda, aun nos queda mucho por hacer:
– digitalizar el sistema de traslado y gestión de los residuos
– aumentar los controles a gestores ilegales y
– limitar al mínimo el movimiento de los residuos a terceros piases, fundamentalmente del 3er mundo, con escasas exigencias medioambientales, donde los principales perjudicados son los niños y las mujeres
Hasta pronto Raeecicladores!!!!